La vida nace de palabras silenciosas
que se van hilvanando en la distancia,
le sonrío a la noche oscura,
le sonrío a la mañana diáfana.
Tú también sonríes
en tu tierra tan lejana.
Salgo al patio de noche
y la Luna me lee tus cartas,
escritas con rocío, refrescan mi alma.
Como libro selecto,
leo y releo sus páginas,
mi emoción va pintando
tus besos y tus palabras,
que son mi acuarela de luz
en esta noche estrellada.
Me has dicho que eres niño
esperando la estrella blanca,
cuando soñabas con los magos
en la noche de pascuas.
Hoy has vuelto a ser ese niño,
me lo dices en tus cartas;
hoy me vestí de rosado
y toqué mis trenzas largas;
he tirado mis calcetas,
he caminado descalza.
He cogido mi regalo
como niña embelezada.
tu corazón me obsequiaste
en una preciosa caja.
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