Como pasando la última curva de los años
apresuro mi paso procurando que sea firme,
oliendo las últimas rosas que luego ya marchitas,
perderán su aroma...
Me detengo en el recodo
de las ideas maduras,
las voy repasando tranquila,
colgando los ojos en las percheras del paisaje,
esparciendo sentimientos
por la calle pedregosa.
hay escarcha en la vida,
no fue inmune al frío ni al letargo;
en el corazón han merodeado caracoles
que esperaron sacar sus cachitos al Sol,
pero fueron cubiertos por una nube enorme
que se extendía allá en el cielo, mientras
el destello de la luz de la Luna pujaba
por mostrarse a los ojos de la mente
que escribía historias en la noche.
He mirado estelas plateadas en las hojas
hacia el desconcierto que encorvado camina
hacia un nuevo horizonte que no encuentra,
porque la tenue luz,
va enturbiando la mirada
que se esconde y observa cabisbaja el sendero
y no encuentra las huellas
que conducen al paraje del tiempo
vivido y satisfecho,
bordea las curvas de una felicidad
intransitada y desconocida.
Así ha pasado todo, así ha pasado el tiempo.
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