Antorcha preciosa es la luna
que alumbra desde el cielo
pero no veo a mi amado,
venir por ningún sendero.
Ha olvidado el camino
ha olvidado mis besos,
sus claros ojos veía
y su rostro tan tierno y risueño.
Mis pupilas devoran la calle,
pero los árboles cenicientos
obstaculizan mi mirada,
y van nutriendo mi ego.
Las sombras forman siluetas,
respiro su aroma exquisito
mis cabellos van a su encuentro,
el viento manos les hizo;
te hacen señas, pero no estás
te quedaste en un recoveco,
mis ojos van por el camino,
mi corazón te llama con su eco
pero no vienes, no vendrás
porque sólo vivo de ilusiones
en mi cerebro tan pobre y estrecho.
lunes, 23 de abril de 2012
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