¡Oh árbol detenido
en este vasto campo
tu cabellera al viento
y tus zapatos mojados.
Tus brazos extendidos
acogiendo en tu regazo
a los que se te arriman
alegres o desalentados.
Cuando cae tu cabello
tapizas el suelo
y lo vuelves alfombrado
con variedad de matices,
verdes, cafés y dorados.
Cuando te quedas desnudo
y tus pies embarrados
yaces en medio del campo
tiritando de frío
como el hombre abandonado.
Nadie en tí se cobija
no acarician tu cuerpo cansado
pero ya en primavera
todos corren a tu lado.
En tu alegría como un niño
olvidas tu tiempo de desamparo.
tan distinto tú eres
como no te imitamos.
Arbol bendito, hijo del cielo
que de alguna forma
quieres alcanzarlo
extiendes tus brazos en primavera
tus sueños en invierno son truncados.
No puedes llegar al Padre
con tus brazos mutilados
cada año lo intentas
como te admiro árbol, cómo te admiro
valiente árbol.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario