Hoy me has dicho hermosa,
me has dicho que soy tu rosa primaveral,
que con mi aroma perfumo tu vida,
que vuelo por las cumbres pirineanas
y me paseo por los templos antiguos,
mientras el Sol desmenuza
la cortina de brumas otoñales.
Hoy, me has dicho mi Sol,
que mi presencia da calor a tu vida
en la colina misteriosa,
que tu embelezo endilga
el epígrafe de tu existencia.
Me enseñaste la moraleja,
de la fábula conocida
escrita con las alas de un cuervo.
Yo soy tu amapola, frágil, sencilla,
en un sólo pétalo ves mi transparencia
deslizándose por tu vida.
En mis manos tengo el candelabro
que invita a tu oscuridad
a alejarse y ponerse de rodillas,
soy vigía de tus sueños,
tú eres la claridad del rayo
que ondea su luz para quedarse,
hasta que las manecillas del reloj,
se detengan para siempre.
Samelyn
jueves, 6 de diciembre de 2012
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