Por medio de la poesía expreso mi visión del mundo desde otra perspectiva, la que nos muestra el espíritu y que permanece oculto y nace furtiva cuando algo o alguien nos toca las fibras de un buen o mal recuerdo, entonces aflora nuestro "yo" ese que a veces ocultamos y que llamamos sentimientos. Fluye y emerge a veces eufórico hacia nuestro exterior y sentimos la necesidad de expresarlo y acudimos a un lápiz y papel y allí estampamos nuestras impresiones. Cuando está reposado nuestro espíritu, las ideas vagan en el vacío y se anclan en el papel, acompañados de un suspiro reverente y silencioso, los pensamientos se expanden y luego reposan en un manuscrito hilvanado de palabras que fluyen del alma, esa que no vemos, pero que las emociones le dan su forma y así entonces amamos, sufrimos, reimos y lloramos...

lunes, 13 de agosto de 2012

"Tu regalo"

La vida nace de palabras silenciosas
que se van hilvanando en la distancia,
le sonrío a la noche oscura,
le sonrío a la mañana diáfana.
Tú también sonríes
en tu tierra tan lejana.
Salgo al patio de noche
y la Luna me lee tus cartas,
escritas con rocío, refrescan mi alma.
Como libro selecto,
leo y releo sus páginas,
mi emoción va pintando
tus besos y tus palabras,
que son mi acuarela de luz
en esta noche estrellada.
Me has dicho que eres niño
esperando la estrella blanca,
cuando soñabas con los magos
en la noche de pascuas.
Hoy has vuelto a ser ese niño,
me lo dices en tus cartas;
hoy me vestí de rosado
y toqué mis trenzas largas;
he tirado mis calcetas,
he caminado descalza.
He cogido mi regalo
como niña embelezada.
tu corazón me obsequiaste
en una preciosa caja.



"Ilusión en el mar"

Las gaviotas se acercan,
las crisálidas van naciendo,
la mano empuña una pluma,
los versos alados anidan
en corazones dormidos y somnolientos.
Anclan como barcos en el océano,
en un mar embravecido
que corta sus algas,
vomitando espumas
recogiendo sueños.
La mar tan salada, está salando besos,
dos almas van caminando
por el escenario perfecto.
El cielo pintado por la noche,
en el tiempo los silencios.
Los pasos no dejan huellas,
el mar las va recogiendo
para llevarlas dibujadas
al fondo del Océano
huellas de almas que vibran
al calor de un beso.

"El paso por el tiempo"

Como pasando la última curva de los años
apresuro mi paso procurando que sea firme,
oliendo las últimas rosas que luego ya marchitas,
perderán su aroma...
Me detengo en el recodo
de las ideas maduras,
las voy repasando tranquila,
colgando los ojos en las percheras del paisaje,
esparciendo sentimientos
por la calle pedregosa.
hay escarcha en la vida,
no fue inmune al frío ni al letargo;
en el corazón han merodeado caracoles
que esperaron sacar sus cachitos al Sol,
pero fueron cubiertos por una nube enorme
que se extendía allá en el cielo, mientras
el destello de la luz de la Luna pujaba
por mostrarse a los ojos de la mente
que escribía historias en la noche.
He mirado estelas plateadas en las hojas
hacia el desconcierto que encorvado camina
hacia un nuevo horizonte que no encuentra,
porque la tenue luz,
va enturbiando la mirada
que se esconde y observa cabisbaja el sendero
y no encuentra las huellas
que conducen al paraje del tiempo
vivido y satisfecho,
bordea las curvas de una felicidad
intransitada y desconocida.
Así ha pasado todo, así ha pasado el tiempo.




"Senectud"

Carraspeo de ancianos abandonados,
con la voz oxidada y dura,
como el fierro que yace en la calle estirado,
huesos que se quejan
apostados en una silla dolorosa,
jardín de invierno con las cabelleras nevadas,
aislados, trémulos, nerviosos,
seniles, ricos en recuerdos de antaño,
queriendo resarcir sus vidas,
pero el tren del tiempo ya se aleja,
se pierde entre nubes de polvo campesino
dejando un torbellino de humo en el viento,
que va huyendo como un suspiro
que trata de detener el tiempo,
retomando causas inconclusas.
Ancianos de vista cansada,
de sentimientos sólidos como arcillas,
sentados en bancas soleadas.
Rememoran viejos recuerdos
que aletean en sus mentes,
como aves desorientadas
en revuelo silencioso.
Esencia de duelo cercano
en que la vida se va apagando de a poco
escapa por sus ojos un éxtasis reverente
ante un Dios que se aproxima
de un final tan elocuente.

sábado, 11 de agosto de 2012


"En mis recuerdos"

Los suspiros en la noche
van batiendo sus alas,
quejándose en las nubes
que ante el dolor se separan.

La llama del fuego modela figuras,
mientras los palos retorcidos se quejan,
voy leyendo en las cenizas
que dejaron ramas añejas.

Con su crepitar gime la agonía,
el silencio se pinta de anaranjado,
afuera chilla el viento, arrecia la lluvia,
bajo el alero duermen los pájaros.

Hay crepúsculos formándose
dentro de la casa,
lumbreras en el silencio
que las lágrimas apagan.

El humo huye ante el espectáculo
por la chimenea apresura su paso,
silente observo sin apuro,
siluetas de fuego, siluetas de humo.

Zigzaguean las llamas por un momento
llegó la noche y yo allí estaba
piernas sueltas como gato extendido
pensando en tí y en tu mirada.

Una mano invisible junto a la mía
estiraba sus dedos en forma alargada
con las sombras hacía dibujos
te veía a mi lado y sollozaba.

El aire me socorría
y las brasas me miraban
ocultando mi tristeza
en el calor de las llamas.

Las lágrimas corrían por mi rostro,
como niñas alocadas,
te estaba recordando,
vuelvo a pensarte en esta noche callada.
                       (Samelyn)

"Asunción, Plaza de los desaparecidos"


Asunción, ciudad bella
con tus monumentos y  edificios,
tu palacio de Gobierno, tan blanco,
majestuoso, inmaculado, jardines prolijos.
Ondea tu bandera al viento, azul, blanco y rojo.
Yo en mi reflexión les daré un sentido.
El azul por el cielo hermoso 
y el aire que tu país respira,
el blanco, la pureza de los sentimientos
de los abatidos,
el rojo por la tierra que cubre tu suelo, 
su color haciendo juego
con los corazones heridos.
Tu clima tropical no sabe de inviernos, no sabe de fríos,
la piel morena de tu gente
tostada por el sol, el trabajo y desafíos.
Las luciérnagas encienden sus linternas de noche
y en el cielo las estrellas indican el camino.
Los ríos Paraguay y Paraná, te refrescan,
en medio de sus brazos te acunan, 
te adormecen, para que no recuerdes el dolor,
ni los mártires  desaparecidos,
Allí reposan los cascos de soldados atrevidos,
manos mutiladas se extienden a nosotros
como queriendo coger las nuestras.
Allí, Paraguay,  saboree tu tereré,
observando el monumento a los desaparecidos, 
con un dolor en el pecho, por lo que habían sufrido.
Soldados, díganme ahora, ¿qué resguardan? 
Apostados con fusiles, haciendo turnos constantes. 
Siento en la espalda un frío,
recuerdo que en mi país, como en tantos otros, 
se ha repetido esta historia. 
La demencia vagó en todas partes, anuló cerebros, cerró oídos, 
vistió de dolor los pueblos, de la Patria no éramos sus hijos.
Soldados, díganme ahora, ¿qué resguardan? 
Son sólo cementos, no saben hacer daño. 
La lluvia tropical se avecina, 
como si fueran nuestros ojos
lavando las imágenes dolorosas
apostadas en nuestras retinas.
                       (Samelyn)

"Juntos en la lejanía"

Si tú cual roca me proteges en tu regazo,
yo apacentaré mis alegrías destellantes
como auras en el silencio de la noche,
se confundirán con las estrellas.
Allí rebozarán dos corazones humildes,
que viajarán en la distancia
para encontrarse en la espesura de la noche
y arrullarse cual palomas
en mañanas soleadas, una al lado de la otra,
comunicándose en su idioma,
mientras sostienen el amor con un beso
y las emociones pintan el aire de colores.
La lejanía está construyendo sueños,
elaborando un puente invisible,
que sólo pueden ver dos almas enamoradas
que se encuentran en el tiempo.
Con la lluvia arreciando en invierno,
la escarcha quejándose a mi paso
mi corazón se viste de primavera,
la semilla del amor va germinando.
Entró en los cuerpos aletargados
la aurora boreal que parecía imposible
así llegan los abrazos con la rapidez de un rayo
y se sellan con besos luminosos
en la quietud de la noche.
                        (samelyn)




"La niña madre"

Como poemas antiguos
en que las cornejas eran agoreras
de vidas tristes, de sueños rotos
jóvenes con sus vidas desechas.

Transportadas a infancias maduras
en rondas de sueños eternos,
ella enlazaba sus dedos infantiles,
haciendo historia en el silencio.

Sin premura recorría el tiempo,
mirando valles, bosques perfectos,
las ideas floreciendo en el camino,
sembrando yuyos, sembrando sueños.

Pero la vida gimió en su vientre
en forma prematura a sus anhelos,
muñeca viva acunaba
y le daba a beber de su pecho.

Mientras la morera mecía a sus retoños
que nacían a la vida allá lejos,
ella mecía la sonrisa pura, unos lindos ojos
y un vestido pequeño.
                   (samelyn)


"Al hermano que ya se ha ido"



Hermano, ¿te dormiste en los cactus,
te dormiste en los desiertos?
¿Qué no viste las flores
que a tu alrededor nacieron?

Siempre saboreamos el vaso
de la niñez inconclusa
palabras destrozadas yacen en los caminos
dispersas por la tierra de mis lágrimas húmedas.

Tus miradas profundas
se fueron alejando de mis caminos
¿no te gorjearon los pájaros?
desviaste tu destino?

Tal vez reconocieras en sus melodías
una voz triste que hacía eco, era la mía
por haberte perdido a edad tan temprana
una noche larga, triste y lejana.
                         samelyn.-